miércoles, 2 de septiembre de 2009

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Lo Tomé con mis manos temblorosas del asombro y la emoción. Era un ¿Cuerpo? Muy Inestable; sin embargo, se me hacía sumamente difícil distinguir con exactitud que era lo que yacía sobre las palmas de mis manos; claramente el ángulo de luz no brindaba ayuda en lo absoluto.

Si me movía al instante en búsqueda de luz, la inestabilidad del "eso" haría que se desvanezca, y a pesar de ser conciente de aquello, la impaciendia, la emoción y la impulsividad que caracterizaban mi humanidad me hicieron moverme, y cuando llegué a la luz, en mis manos ya no había nada.

jueves, 13 de agosto de 2009

...el puñadito?...

Esta claro que para empezar el blog el primer paso ha de ser explicar el título, cuyo sentido es nulo y poco válido sin una fundamentación propia.

Los primeros cuatro años de nuestra vida se encuentran grabados, ya sea muy al fondo, o muy vagamente en nuestra memoria, lo cual conlleva a preguntarnos ¿Por qué?, teniendo en cuenta que estos son los años más importantes para la formación de nuestra identidad y en los cuales se goza de una increible libertad.

Formulada la pregunta, traté de entender cuál era el motivo. En primer lugar, se debe entender que dado que estos son los años con los cuales actuamos con mayor sinceridad y coherencia a la base de nuestro ser, las acciones realizadas y las actitudes tomadas están fundamentadas en los sentimientos y pensamientos más reales. A continuación, entendí que su pureza se basa en que a esa edad aún no hemos desarrollado esa conciencia social que nos llena de parametros y limitaciones pasada esta etapa, por lo tanto, es muy probable que una vez que ya hemos establecido esos parámetros como leyes que rigen nuestro día a día, por nuestro propio bien mental, olvidemos esas actitudes que hoy en día no aceptaríamos llevar a cabo al filtrar socialmente nuestros sentimientos e impulsos.

Paradojicamente, uno de nuestros objetivos vitales como personas es encontrarnos, entendernos y conocernos, aunque en un momento, cuando nos teníamos en nuestra más pura expresión nos "rechazamos". Si comparamos esa identidad con arena, se puede entender lo abstracta e inestable que es y, como sucede con la arena, cuando creemos haberla encontrado y la tomamos en nuestras manos, la desesperación y la vida acelerada humana, nos hace cerrar el puño con la mayor fuerza posible, y lo que sucede es que esa arena se desliza por las ranuras entre nuestros dedos y se esfuma, por lo tanto, la volvemos a perder.

Lo que no logramos entender es que cada uno debe recoger su porción de arena, ya que tenerla toda es una utopía, y, a diferencia de apretarla en nuestro puño con la mayor fuerza, debemos, tranquila y pacíficamente, dejar que esta repose sobre la totalidad de nuestras palmas con el único objetivo de poder contemplarla ser. Sin embargo, ¿Es el ser humano capaz de tal cosa? Considero que no lo es, por ende, planteo como respuesta recostar tu cuerpo sobre la arena caliente y acojedora durante el día y fría, pero jamás incómoda, durante la noche, dejándola amoldarse a la forma de nuestro cuerpo y así poder conectarnos a ella a través del roce con el mismo. Una vez recostados, no debemos pensar en cómo llegamos a la arena, ni en que carro saldremos de la playa, tan sólo debemos disfrutar el momento en el que sentimos cada grano de arena rozar con nuestra piel.

Este blog, representa mi intento de encontrar esa sinceridad y coherencia paracon mi ser, plasmando los pensamientos más puros de mi mente, por lo tanto, es el puñadito de arena que estoy tratando de dejar reposar sobre las palmas de mi mano.

He ahí la explicación del título de este blog, y como recomendación personal, traten de encontrar ese momento en el que la arena reposa y no se dispersa.